lunes, 1 de febrero de 2016

Piracanta

Hay especies en el bonsái que entran por los ojos: por sus hojas, por sus troncos o, como en este caso, por su colorido en la floración y frutos.

Normalmente cuando se adquiere un bonsái, es aconsejable dejarlo una temporada tranquilo para que se aclimate a su nuevo hogar, debido a que previamente habrán estado en invernaderos, viveros, etc.
Pasado ese tiempo ya empiezo a mirarle las ramas, si están en posiciones correctas, qué estilo se le puede dar… en el caso de la piracanta nada fue como lo esperé.

Al poco de tener la primera piracanta, parte de las raíces no estarían bien asentadas en su maceta y hubo unos días de fuerte viento, lo que hizo que el tronco se moviera ligeramente. En el bonsái, debe haber un equilibrio entre las raíces y las hojas y, por ejemplo, cuando se hace un trasplante, puede ser recomendable eliminar parte de las hojas, ya que al podar las raíces no podrán proporcionar alimento a todas las hojas.
Al darme cuenta, decidí defoliarla completamente. Antes de eso amarré bien el cepellón a la maceta con un alambre.
Como no sabía si saldría adelante después de esto, decidí comprar otra.

En verano, tuve un nuevo problema en los bonsáis, sufrí una plaga provocada por una mariposa que puso huevos en las hojas de mis árboles. No me di cuenta hasta que ya había muchos pequeños gusanos, de color verde y de no más de un centímetro de longitud, que se comían las hojas y lo dejaban todo hecho una lástima.
Me tuve que poner a revisar los árboles uno por uno y también la segunda piracanta la tuve que defoliar, ya que estaba totalmente plagada. Esto en parte creo que tiene que ver con que la estación de calor ha sido muy larga, la ausencia de lluvia y también que durante verano tuve riego por goteo, con lo cual las hojas no se mojaban.

Llegó el momento de empezar a pensar en el diseño, que me cuesta siempre bastante imaginar. En este caso, tenía una rama que bajaba a la derecha pero que hacía un ángulo que no favorecía usarla como rama baja.

Ajustando esa rama para darle continuidad, ganó mucho. Ya sólo tenía que darle otro ángulo de plantado, en una maceta para formar un principio de semicascada.
Aunque estaba un poco precipitado, el árbol estaba empezando a brotar (puede que necesitase recuperar algo de follaje).
Decidí trasplantar a una maceta cuadrada, un poco más profunda que viene muy bien con ese diseño.

Ahora le toca un buen postoperatorio, una temporada bien resguardada de viento y, en la medida de mis posibilidades, del frío.
Por último le tocó el trasplante a la primera piracanta que, después de la gran pérdida de hojas debido al gusano, podé de ramas, quitando las mal posicionadas, las que se cruzaban entre ellas, las que crecían hacia el interior, etc… quedando en un estado muy básico.

Por ahora voy a dejarla tal y como está, ya que no sabría darle un diseño adecuado, así que después del trasplante, le toca un tiempo de reposo.


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