domingo, 28 de febrero de 2016

Juniperus chinensis

Esta es una evolución de un junípero comercial de bajo coste que compré sin tener muy claro nada sobre diseño de bonsáis.
Lo adquirí porque el junípero es una de las especies más conocidas en el bonsái.


 Lo primero que hice fué limpiar las acículas viejas, aclarar un poco la copa que estaba demasiado tupida y hacer una primera selección de las ramas que se podían usar, he de decir que estaba muy poco ramificado y las ramas que se podían usar en el diseño estaban muy mal posicionadas. Probé a hacer mi primer Jin, un poco de cepillado en la madera y alambrado.


Aprovechando que con la celebración del salón del manga en 2013 David Cortizas iba a realizar una exposición de bonsáis y animaba a los que seguían sus vídeos a llevarle arbolitos para trabajarlos gratis, pues allí me presenté con el que peor pinta tenía (así aprovechaba bien). Viendo más o menos el trabajo aprendí ciertas cosas, como rellenar planos, girar ramas sin miedo y alambrar.


A la hora de trasplantar lo dejé alambrado, para intentar desalambrarlo un poco más adelante y volverlo a alambrar igual que estaba,


 Lo coloqué en una maceta de entrenamiento de tokoname con la intención de que engrosara el tronco un poco y, una vez que se recuperó del trasplante, el crecimiento se disparó.




Le retiré el alambre que en algunos lugares se estaba clavando y le dejé respirar tranquilo un tiempo antes de volver a coger el alambre. Me centré principalmente en mantener, en la medida de lo posible, el primer diseño, pero creando un nuevo ápice y distribuyendo bien las masas verdes.







jueves, 25 de febrero de 2016

24 de febrero de 2016

Un poco de actualización de los trabajos que he realizado en estos días.

Después de la pequeña primavera de mediados de enero,  los trasplantes han sido exitosos a primera vista. Los he tenido resguardados debajo de las estanterías y protegidos por detrás con una plancha de policarbonato.

He aclarado la carmona,  eliminando hojas mustias y ramas mal colocadas (aún no había hecho una poda en serio). He intentado darle un poco más de curvatura a una parte del tronco demasiado recta y he definido un ápice.

He realizado otra poda de clareo en el ficus chico.


En el prunus mahaleb he seleccionado una rama para hacer próximamente un injerto por aproximación en el exterior de una curva. No sé si será lo suficientemente larga, pero por ahora la he dirigido hacia abajo. También hay que trasplantarlo,  pero aún no ha hinchado los nuevos brotes.

sábado, 20 de febrero de 2016

El abonado

Siguiendo la idea original de este blog, os compartiré un poco de teoría y la práctica de lo que a mi me ha funcionado en relación al abonado que debemos realizar a nuestros bonsáis.

El abonado es algo necesario más que en otro tipo de plantas ya que el  bonsái se encuentra en un lugar con una cantidad de sustrato muy limitada y, en muchas ocasiones, se trata de un sustrato sin ningún tipo de material orgánico de donde obtener los nutrientes.

El abono consta de tres elementos químicos fundamentales en su composición: Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K), y otros elementos en menor proporción, cada uno con reflejos específicos en nuestros árboles.

NITRÓGENO

El nitrógeno ayuda al crecimiento de las hojas y el tallo.


FÓSFORO

El fósforo ayuda el crecimiento saludable de las raíces.


POTASIO

El potasio ayuda al crecimiento de flores y frutos.



Los bonsáis se abonan cuando están sanos y nunca después de un trasplante, hay que esperar a que el árbol se recupere.

Se emplean abonos con diferentes proporciones de NPK para las diferentes especies y las diferentes épocas del año. Para algunos árboles es muy importante emplear abonos de una composición específica aunque en general con un abono equilibrado es suficiente para fertilizar un bonsái adecuadamente.

El abonado se realiza durante el periodo de crecimiento del árbol, algunas veces se aconseja realizarlo una vez el árbol ya ha realizado el primer crecimiento del año para que no alargue los entrenudos (distancia entre yemas u hojas en un mismo tallo).
Esto será desde primavera hasta finales de otoño. En lugares donde los veranos son rigurosos, los árboles realizan una parada estival, con lo que la cantidad de abono también se puede reducir.

En primavera se utilizaría un abono rico en nitrógeno para que el árbol brote con vigor, en verano uno más equilibrado y en invierno uno con más fósforo y potasio que fortalecerá el árbol de cara al invierno.

TIPOS DE ABONOS:

Disponemos de abonos líquidos y sólidos; químicos y orgánicos.

Los abonos químicos y líquidos tienen el inconveniente que hay que aplicarlos en la proporción adecuada o incluso menor a la indicada por el fabricante, ya que pueden dañar las raíces y este abono sólo estará disponible para el árbol el tiempo que el sustrato lo retenga, es decir, que con los regados sucesivos se irá perdiendo poco a poco por los agujeros de drenaje.

Lo aconsejable es usar un abono orgánico de liberación lenta que, con cada riego, se va disolviendo poco a poco, aportando en cada riego un poco de abonado.

El inconveniente de los abonos que existen "japoneses" en el mercado es que están pensados para el clima japones, ya que requieren un alto grado de humedad para que el abono esté funcionando correctamente. Si no tenemos una gran humedad podemos enterrar parcialmente las bolitas de abono, usar cestillos e incluso colocar un poco de musgo esfagno sobre el abono.
Es muy recomendable que el abono en cuestión se pueda retirar fácilmente, ya que si deja residuo afeará el sustrato de nuestro bonsái.

Entre los más conocidos están el biogold y el hanagokoro. Yo uso el primero en primavera-verano y el segundo en otoño.
También se puede usar cualquier bonsái teniendo en cuenta que la proporción que muestran de NPK 10-10-10 es la misma que 5-5-5. Es decir, tan sólo es cuestión de proporción entre los componentes.

También se pueden buscar abonos de origen local que sean de confianza y mientras sean orgánicos de liberación lenta no nos van a dar problemas.

lunes, 15 de febrero de 2016

El método apache

Los que tengáis higueras seguramente habréis investigado cuál es el método para conseguir una buena ramificación al mismo tiempo que una reducción del tamaño de la hoja. El método de poda y pinzado que se aplica es el conocido como método apache.

Hay muchos lugares donde lo explican pero éste que pongo a continuación es el que está mejor explicado a mi modo de ver.

EL MÉTODO APACHE

1 - Esperar a que la higuera se haya recuperado del trasplante si lo ha habido.

2 - A medida que cada rama vaya llegando a 8 HOJAS (más o menos) se pinza a 4 HOJAS dicha rama y se defolia la rama. Se procede así cada vez que una rama llegue a 8 hojas hasta mediados de junio.

3 - A mediados de junio y con el último pinzado, procedemos a defoliar todo el árbol y a despuntar todos los brotes.

4 - En septiembre, si el árbol está fuerte, se despuntan de nuevo todos los brotes, sin defoliar. Si el árbol no está fuerte, no se despunta.

5 - Si queremos que la higuera retroceda fuertemente, deberemos podar a finales de invierno todo el crecimiento nuevo del año, lo que provocará que despierten muchas  yemas latentes en la nueva brotación del año.

Como observación, las higueras se pueden recuperar en junio si las defolias completamente y les quitas todas las yemas apicales, la pones en una bolsa negra y fuera del sol directo.

El agua




A la hora de regar, siempre podemos imaginar que lo mejor para nuestro bonsái es el agua de lluvia, ya que es el agua más natural que se puede encontrar.

Si tienes posibilidad de recoger agua de lluvia en cantidad, tienes suerte y tus arbolitos disfrutarán de agua de calidad. Piensa si tienes en tu casa canalones que recojan el agua de la lluvia de tu tejado y si puedes colocar un bidón o depósito que recoja este agua. Será una buena opción y ahorrarás en la factura.

La segunda opción es instalar un sistema de ósmosis inversa que filtre el agua que usarás para regar. Estuve estudiando durante algún tiempo la posibilidad de usar un sistema de estos que tienen el inconveniente de la instalación y el cambio de cartuchos con la periodicidad que indique el fabricante. Lo que al final me hizo no instalarlo fue descubrir la eficiencia de estos aparatos, al menos los más asequibles, que básicamente para conseguir un litro de agua de ósmosis, desecha por el desagüe muchísimos litros de agua.



Puedes usar el agua corriente para regar, si bien es recomendable dejar el agua reposar para que el cloro disuelto que se usa como desinfectante, se evapore. Con un par de días será suficiente, Puedes tener un bidón en una esquina de tu patio o un cubo guardado para regar.

Si el agua del lugar donde vives es de buena calidad, puedes regar directamente con el agua corriente sin más. En el caso de que desees regar con lanza de riego usando agua reposada en un bidón, seguro que en otros sitios en la red podrás encontrar sistemas que otros aficionados han instalado.



Por último, sería de señalar que el tipo de agua y la dureza que tenga, puede ayudarnos a un mejor cultivo y que, el agua de menor calidad, con más sales disueltas puede subsanarse realizando los trasplantes de nuestros árboles con más asiduidad. Asi que, si no dispones de agua de calidad para regar, recuerda trasplantar más a menudo, consigue especies que sean menos exigentes con la calidad del agua y nunca te obsesiones en exceso con buscar para regar un agua mejor que la que bebes a diario.

viernes, 12 de febrero de 2016

Punica granatum

Granado.

Otro bonsái comercial que compré, creo que el primero de hoja caduca que tengo. Aunque donde yo vivo, los caducos son semiperennes.

 

Es otra de las especies que gustan sí o sí: tienen una flores vistosas y unos frutos característicos.



Éste en concreto además tiene un tronco interesante, posiblemente es la fusión de varios árboles más delgados.
En la época desde primavera a finales de otoño está con un follaje muy bueno, que se marchita un poco con los fríos de invierno. Por esta razón lo he defoliado un par de veces para retirar la hoja del año  y así poder identificar mejor cuándo empieza a sacar los nuevos brotes al mismo tiempo que aprovecho para hacer la poda de estructura.


En el último trasplante (febrero de 2016) viendo la inclinación que posee el tronco, dejando caer todo el peso hacia el lateral, se me ocurrió trasplantar el granado a un kurama. Ya sé que no es lo habitual, siendo este tipo de macetas para otras especies, pero mirándolo y remirándolo, pensaba que podía quedar bien.
El tema del anclaje sí que fue más dificil, al carecer la maceta de agujeros para pasar el alambre y haber tenido que improvisar el anclaje.
Al finalizar el trasplante una buena raíz quedó muy al exterior, lo que podía suponer un problema y que se secara o muriese por calor o frío.


Usé un poco de musgo y puse encima de la zona una pequeña piedra de pizarra para resguardar esta raíz y que no se cayera el musgo.
Al poco de tenerlo colocado, me llegó el pedido de "supermoss" y decidí cubrir toda la maceta con el musgo que, además de proteger raíces, aguantaría mejor el sustrato en la kurama.
Lo coloqué sobre el sustrato y, ayudado con la pala de la kumade, fui ajustándolo a la maceta.




A esperar que se recupere del trasplante con fuerza.

Actualización 07/05/2016: Al parecer se ha recuperado muy bien del trasplante, le ha sentado bien y ha tenido una buena brotación y una floración también muy fuerte. En el momento de la floración no ha tenido abono, en parte porque estaba recién trasplantado y en parte porque he cambiado el abono japonés por un abono en pellets (nacional y más económico) con lo que compararé resultados.
Ahora se encuentra abonado y floreciendo.
Algunas ramas que no tenían hoja ni yemas aunque fuesen en las puntas, se han secado. No obstante he dejado alguna por si brota desde más atrás, pero varias ramas se han secado, habrá que tenerlo en cuenta para la próxima vez y no dejar ninguna rama importante sin hojas si n o tiene alguna yema bien visible.


lunes, 8 de febrero de 2016

El yamadori



La palabra yamadori viene del japonés Yama (montaña) y dori (procedente, originario). Por tanto se define como un árbol silvestre, recolectado del campo y que se usa para desarrollarlo como bonsái.
A veces pueden encontrarse en la naturaleza árboles que quedaron pequeños debido a circunstancias naturales -como la falta de nutrientes o espacio-.

Estos árboles a menudo poseen cualidades para formar un buen bonsái.

Cuando se vaya a hacer un yamadori, el mejor momento es en primavera, justo en el despertar el letargo invernal.

Cómo hacer un yamadori:


1 – Excavar alrededor del árbol teniendo en cuenta no dañar las raíces, puede ser difícil de extraer.

2 – Una vez recuperado, envolver las raíces en trapos húmedos.

3 – El árbol debe ser plantado lo más rápido posible.

4 – Se recomienda dejarlo en sombra y apartado de corrientes de aire. Según veamos su recuperación, lo vamos exponiendo al sol.

También como alternativa o complementaria a esta técnica, se encuentra la técnica de recuperación con el uso de la bolsa negra. Consiste en introducir el árbol recuperado en una bolsa negra bien cerrada. Esto hará creer al árbol que ha quedado enterrado por un movimiento de tierras y, buscando aflorar de nuevo a la superficie, provocará una fuerte brotación, unido a la emisión de nuevas raíces. Se ha conseguido recuperar árboles sin nada de raíz, tan sólo  hay que controlar la humedad, regando espaciadamente, abriendo también de vez en cuando la bolsa para airear y evitar la aparición de hongos. Una vez conseguidos nuevos brotes, habrá  que ir adaptándolo poco a poco a las condiciones normales.

La época para aplicar esta técnica  es antes de primavera y en el parón estival.

Como elegir un buen yamadori:

Normalmente los aficionados que empiezan en el bonsái se sienten atraídos a recuperar cualquier material del campo, tratándose en la mayoría de los casos de árboles sin ningún futuro.
Es por eso que en el árbol yamadori debemos buscar conicidad, movimiento y una corteza interesante.


Un árbol en la naturaleza te habla.

Imágenes y artículo de Daniel Romero, administrador de “SÓLO BONSÁI”
https://www.facebook.com/groups/458593530919222/

Operculicaria Decaryi

También conocida como falso pimentero, es un árbol que se da bien como tropical, siendo sensible al frío.

Posee unas flores particulares y, cuando se pinza o se poda, desprende un olor agradable.


Como ya comenté en el post de la piracanta, debido a la plaga de gusanos, tuve que dejarlo más pelado de lo que me hubiese gustado, sobre todo teniendo en mente que tal vez en invierno pueda perder hoja por el frío, aunque es un árbol perenne.
Al dejarlo más ligero, en unos días de temperaturas primaverales en enero, empezó a brotar con fuerza, por lo que decidí trasplantarlo también. Nuevamente podé algunas de las ramas mal posicionadas.
Lo único que hice al plantarlo fue darle una pequeña inclinación, para hacerlo un poco más interesante.

15/03/2016. Recuperada del trasplante, brota con fuerzas.